1/6/10

¿Ser anarquista es una enfermedad?

Cesare Lombroso (1835-1909) fue un médico y criminólogo italiano, representante del positivismo criminológico, llamado en su tiempo La Nueva Escuela. Defendía la concepción del delito como resultado de tendencias innatas, de orden genético, observables en ciertos rasgos físicos o fisognómicos de los delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas...)... Un rasgo llamativo en su obra es la crudeza con que expone algunas de sus conclusiones..." (Wikipedia).
Reproduzco a continuación la descripción que Lombroso hace de los anarquistas, extraída del libro "La Violencia Política" de Vincenzo Ruggiero. Ed. Anthropos.:

Los anarquistas son neófilos; se dejan arrastrar por todas las nuevas ideas, pero se las ingenian pra enmascarar su falta de independencia intelectual; luchan por la regeneración colectiva sólo porque tienen miedo de su propia individualidad. La criminalidad política se asocia con la insania moral y la epilepsia. Con una nutrición cerebral inadecuada y con un sistema nervioso debilitado por la epilepsia, es decir, en un estado de monstruosidad, la enfermedad encuentra su plenitud. De este modo, los anarquistas padecerían esclerosis craneal, hemorragia cerebral, pigmentación de las células nerviosas y la inevitable fusión de los lóbulos frontales.

¡Asombroso, Lombroso!

1 comentario:

  1. La única enfermedad es relacionar una ideologia con una enfermedad.

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